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Los fondos de campaña en la mira

Los fondos de campaña en la mira

Erogaciones millonarias que superan los límites estipulados por las leyes electorales. Crecen las sospechas sobre el origen de los fondos y la participación de financieras que habrían abastecido con dinero de dudosa procedencia a alguno de los candidatos locales. 

Pasó la primera semana luego del triunfo de Ignacio García Aresca, pero todavía  quedan en la ciudad vestigios de una campaña fastuosa y millonaria de los principales partidos participantes. Si bien los números que circulan son dispares, hasta los más humildes dan cuenta que los mismos superan ampliamente a lo previstos por la Ley Provincial Electoral.

Es probable que no pase absolutamente nada. Pero si la Justicia quisiera tomar cartas en el asunto con seguridad encontraría graves irregularidades en los montos declarados o a declarar, con lo realmente gastado. El despliegue que tuvo la presente campaña pocas veces fue visto y no incluye solamente lo erogado en materia de publicidad tradicional, sino que debemos sumarles todo aquel dinero invertido” en los barrios tratando de comprar voluntades a última hora y otros tantos ítems que no figuraran en ninguna declaración jurada. 

El domingo 5 de julio era moneda corriente el ofrecimiento de dinero a cambio del voto en la periferia de la ciudad. Inclusive las redes sociales explotaron dando a conocer esta situación y el comentario en varios comercios. El trámite era simple: el número de DNI que quedaba registrado en una lista y el posterior comprobante de que había efectuado el voto, por supuesto, que era imposible saber a quién había votado esa persona. De todos modos, el dinero lanzado a la calle ese día fue mucho e importante, ya que es sabido que nadie sale a la calle con poco dinero a hacer estas propuestas. 

El “combo” de fondos proselitistas llegaron a los candidatos através de diferentes formas y lugares. Más allá de los excesos que de por si estarían violando la ley, existirían dudas también de  procedencia de algunos de estos dineros. En particular, la existencia de un mutuo celebrado en una financiera céntrica investigada en su momento por la Justicia Federal, de la cual habrían salido dos millones de pesos de dudosa procedencia, para financiar a uno de los candidatos que terminó relegado en la elección municipal. La posible presencia de este mutuo, como las planillas con los DNI de los supuestos votos pagados, serían una prueba irrefutable a nivel judicial para que de una vez por todas conozcamos el manejo de dinero y las formas poco claras en la cual se mueven los partidos políticos y los propios candidatos, que luego son los encargados de imponernos leyes y pregonar en cada discurso la igualdad y justicia. 

La calidad institucional de la política cordobesa cada día aparece más dañada a pesar de las leyes sancionadas que pretenden cambiar estas prácticas. Por ahora sigue siendo un misterio los montos que se gastan y el origen de esos recursos. Por más que los candidatos pretendan predicar transparencia, las campañas políticas siguen siendo una de las partes más oscuras de la política argentina y cordobesa.

 

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