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Arrebato cara de gato

Arrebato cara de gato

Los “arrebatos” en la vía pública se volvieron moneda corriente en la ciudad, siendo la modalidad delictiva más común utilizada por los malvivientes. Una mujer fue sorprendida en plena calle y los delincuentes se alzaron con un importante botín.

Los hechos delictivos denominados comúnmente como “arrebatos” se convirtieron en los últimos meses en un grave problema para los vecinos de San Francisco. Según la información brindada por fuentes confiables, se estarían registrando en promedio unos cinco “arrebatos” diarios, y en algunos casos los delincuentes se alzan con jugosos botines.

Si bien anteriormente los principales hechos se daban en el caso céntrico de la ciudad, en la actualidad los “arrebatos” también llegaron a los barrios. Celulares, bolsos, carteras y cualquier otro elemento puede ser el objetivo de los delincuentes, que generalmente se movilizan en motocicleta, y quién va de acompañante es el encargado de perpetrar el delito, para luego que quién maneja pueda emprender una rápida huida.

Las estadísticas estarían marcando un notable crecimiento de esta modalidad delictiva, esto sin contar los casos que no son denunciados por tratarse de objetos menores como un celular o una cartera con poco dinero en su interior. Sin embargo, en otros casos los malviviente lograron alzarse con importantes botines, como el ocurrido en calle López y Planes al 2400, cuando una mujer fue sorprendida por los delincuentes, quienes le llevaron su cartera y en cuyo interior había 80 mil pesos en efectivo.

 Sucede que normalmente se asocia la magnitud del delito a lo sustraído, o al daño provocado a la victima, con lo cual muchos de estos hechos quedan excluidos de las crónicas periodísticas locales. De todos modos, casi la totalidad de los casos se dan “al boleo” sin inteligencia previa, dando a suponer que quienes incurren en esta modalidad delictiva salen a “cazar” victimas sin tantos reparos y todo queda echado a la suerte que puedan tener.

A pesar que cada día se repiten los hechos de este tipo, son pocas las precauciones que toma el ciudadano común ante este fenómeno, facilitándole en muchos casos el accionar a los delincuentes que se mueven con total desparpajo por la ciudad.

  

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