Por ese loco berretín
Sale un cortado, un café cargado y te cuento la última – se escuchó de un amigo cafetero en el bar del coco-, en pleno 25 de mayo. Con el sol que calienta la vereda de la city sanfrancisqueña, mientras ansioso salen y entran de los bancos haciendo malabares entre el debe y el haber, el parroquiano ajeno a esos menesteres tranquilo me cuenta.
Vos que hablas de turf en tu diario, esto no lo sabías, aseguró sonriendo el amigo. “hace días atrás, aquí en san francisco ganaron un premio de más de un millón de pesos en las apuestas de caballos”. Me Comentó mientras iba aplaudiendo suavecito con una sonrisa de oreja a oreja.
Semejante afirmación hizo cogotear (Darse vuelta) al resto de los cafeteros. "Me van a decir que nadie sabía?" Exclamo-. Si bien la ley de todo jugador es no contar las ganadas y mucho menos las perdidas, semejante premio no puede pasar desapercibido.
"Más de un millón por dios y estos que corren para ganarle a la inflación" señalando a las personas que iban saliendo de los bancos “que lindo berretín”.
Pocos sabían de la noticia, y los que habían escuchado el rumor no lo habían creído. Luego vinieron unos llamados para ratificar la versión, pero sin dudar de lo contado por el bohemio amigo fanático del turf, el tango y el rock nacional, de los que hay muchos en nuestra ciudad y que siempre nos han tirado datos postas, como nos recalca cada vez que lo hace.
La cuestión es que si – confirmado - la versión cuenta de que dos amigos asiduos a las carreras de caballo apostaron en la agencia de San Francisco y ganaron algo más de un millón de pesos. En realidad acertaron a 6 carreras realizadas en el Hipódromo de Buenos Aires, es por ello lo alto de la ganancia. Los dos amigos fueron hasta buenos aires a cobrar el premio.
Después de la confirmación de la noticia se empezó a “delirar” en qué harías si ganaras un millón de pesos. Que yo haría tal o cual cosa, o esta otra y ahí surgieron los berretines de cada uno como dice el lunfardo porteño.
En cambio, en la redacción del diario la duda estaba planteada entre si era una noticia o un chala de café. Evidentemente ganó el estatus de "charla de café", por una cabeza.