Hipótesis sobre la muerte Yuliana: se conocieron detalles del homicidio
Mientras se aguarda la llegada de diferentes pericias, la justicia maneja algunas conjeturas de los que podría haber sucedido la fatídica madrugada del viernes 18 de agosto. EL TIEMPO tuvo acceso exclusivo a algunas de las pruebas con las que cuenta la causa.
Altas fuentes relacionadas con la investigación brindaron detalles a este medio, mientras esperan que la semana próxima llegue la prueba de Dermotest, que permitiría determinar quién accionó el gatillo que dio origen a la tragedia.
Por el momento se sabe que aquella madrugada fatal Yuliana Andrea Chevalier (20) estaba junto a su pareja, el policía de la ciudad de Frontera Alejandro Lovera (36), en un mono ambiente de barrio La Milka en San Francisco.
En el lugar había resto de cocaína, sustancia que ambos podrían haber consumido esa misma noche antes del fatal desenlace.
El arma reglamentaria del uniformado, una pistola Browning Hi-Power 9 mm., se encontraba en la parte superior de la heladera de la vivienda. De un momento a otro habría comenzado una discusión entre ambos y el uniformado habría agredido a su pareja. La autopsia determinó que la joven tenía golpes recientes en su cuerpo y otros que databan de hace algún tiempo.
De acuerdo a la dinámica del hecho -estudio forense que permite conocer cómo se habría desencadenado el suceso- luego de la agresión o previa a esta, habría existido una fuerte pelea dentro de la vivienda que dejó objetos destruidos y tirados por diferentes lugares de la misma.
En estas circunstancias, la mujer habría agarrado el arma del uniformado, y en medio de dicha disputa la misma fue accionada, efectuando el disparo que terminó con la vida de Yuliana.
Esta es la primera hipótesis que manejan los investigadores del caso. De acuerdo a la autopsia, la mujer recibió el disparo a unos 30 centímetros, de derecha a izquierda de su cuerpo, de arriba hacia abajo. El orificio de entrada se encuentra a la altura de la última costilla derecha, con salida en inmediaciones de la cintura del lado izquierdo de su cuerpo.
Para completar esta primera hipótesis será fundamental la prueba de dermotest que llegará la semana próxima desde Córdoba a la fiscalía de Delitos Complejos que encabeza Bernardo Alberione, junto con las pericias de planimetría y fotografía.
La prueba de dermotest practicada en manos de la víctima y del imputado permitirá conocer en cual existe rastro de pólvora, y determinar quién apretó el gatillo que accionó el arma.
Esta prueba es de alta importancia para la investigación, dado que podría cambiar algunos puntos de la misma, pero no será determinante por si sola. Lo que podría modificar sería la calificación legal del acusado y crear una gran disputa judicial para determinar su responsabilidad.
El arma
Hay que destacar que arma en cuestión es insegura por sí misma, dado que no tiene ningún tipo de seguro preventivo y con el solo hecho se apretar el gatillo la misma se acciona. Por este motivo algunas fuerzas de seguridad de otras provincias ya la pasaron a retiro.
La imputación
La causa judicial sigue con el policía imputado por Homicidio Calificado por el Vínculo, y por el momento no existe el agravante de “femicidio” en la caratula. Esta cuestión muy discutida, tiene que ver que para que el delito encuadre como femicidio debe existir un hostigamiento en el tiempo, probar el odio de genero del supuesto homicida y que mantenga un dominio sobre la víctima entre otras cosas, cuestión que por el momento no está siendo analizada, dado que restan muchas cuestiones por resolver antes de determinar lo anterior.
Según la palabra de los especialistas, "Muchos femicidios son calificados sólo como homicidio agravado por el vínculo porque es más fácil probarlo". Además la pena para ambos casos es la misma: Reclusión perpetua.
En esta investigación en particular será muy difícil que el acusado resulte sin responsabilidad en la muerte de Yuliana, pero todo lo que resta investigar y pericias por llegar le darán al acusado la posibilidad de enfrentar una imputación más leve o mucho más severa.