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El enigma del Panteón “1-677”: Demonios en las alturas y Ángeles en el altar…

El enigma del Panteón “1-677”: Demonios en las alturas y Ángeles en el altar…

Nota y producción:    Tere Capdevielle - Colaboración especial: Arq. Witold Kiendzinski (Colonia-Alemania) - Es uno de los monumentos funerarios más altos del cementerio.  La visión del “1-677”  impacta particularmente desde el vamos.  Una pátina de intenso  gris negruzco, producto del moho que se extendió por toda la superficie,   dice que ahí triunfaron los inclementes embates de vientos y lluvias durante nueve largas décadas. Imposible mirarlo y no  sentirse atraído por esa mole triste, casi sobrecogedora, pletórica de símbolos que interpelan y reclaman un lugar en la consideración del visitante. Desde las alturas, coronando la cúpula,  un motivo escultórico impresionante desafía la imaginación, pone alas a la curiosidad y plantea un sinfín de interrogantes muchos de los cuales, lamentablemente para mí, quedarán  por ahora sin respuesta… No olvido en ningún momento que este panteón es considerado una tumba masónica…Entonces… ¿qué significa ese motivo con cuatro personajes entronizados  en torno a una lámpara  y  emplazado en las alturas?

                                                            

   ¿Por qué DEMONIOS?

 La generosa disposición de un Amigo virtual, el prestigioso arquitecto polaco Witold Kiendzinski  -residente en Colonia, Alemania- echa luz sobre algunas de mis especulaciones y hace que  la tarea de investigación que me propuse tenga otra dinámica,  más atractiva  y esclarecedora. A  él le pido su interpretación de este motivo. “- SON FIGURAS DEMONÍACAS ALADAS” me dice.  Y agrega una descripción impresionante, que se puede  cotejar con la imagen: “…SENOS, FAUCES ABIERTAS, ALAS DE MURCIÉLAGO”.

-¿Demonios?..  Si se trata de una tumba masónica  ¿qué significan para la masonería los demonios?, quiero saber.

“-No hay un estándar universal para todos los masones”, me responde  Kiendzinski.  “Lo único común, es el creer en la reencarnación - "Virtus Junxit Mors Non Seperabit". Para algunas logias y sus ritos, después de la muerte, hay que pasar por una especie de purgatorio-infierno (ahí habitan los demonios) y, al absorber ese examen de virtudes, se puede renacer. Los demonios están por el medio entre la tierra y la eternidad de la reencarnación, simbolizada por el cielo.”

Miro y admiro las figuras. Pienso  quién habrá sido el artista que hizo la escultura; cuál el tema que lo inspiró, qué técnica le permitió plasmarlo…  Más preguntas que seguramente serán disparadores para continuar próximamente la búsqueda de más información. 

                                                           

El enigmático FRONTÓN

 Es un triángulo isósceles con la base más grande que los lados. La figura,   que luce extrañamente  pulida, muestra al pie de  la cruz a dos ángeles ,uno de ellos con una  corona en la mano, rodeados de flores  entre las que se reconocen muchas rosas.

  Si “los masones ortodoxos no usan simbólica religiosa   -cruces ni ángeles- “¿…cómo interpretar estos símbolos en el contexto general de la obra?... La  Familia de Alfredo Barotto  pone mucho énfasis al afirmar   que no fueron masones. Witold Kiendzinski analiza las imágenes e insiste en que es imprescindible tener información sobre el  arquitecto que fue responsable del proyecto. Pero eso ya no es posible.  No obstante, ante mi insistencia y con reparos que valoro,  arriesga: “-…es posible que la tumba haya sido construida originariamente para masones     y después quedó adaptada para los rosacruces.  Éstos, que empezaron en 1760 como una secta masónica, adaptaron mucha simbólica de los masones  y agregaron la de ellos, cristiana”. La intriga habría de reiterarse con respecto al interior del panteón, donde coexisten símbolos masónicos con otros netamente cristianos.

  A ambos lados del frontón,  destacan Alfa y   Omega   “que son   la primera y la última letra del alfabeto griego y representan por ello el principio y el fin  de todas las cosas”   (http://misteriosdelaplata.blogspot.com.ar/2011/05/simbologia-masonica-en-el-cementerio-de.html).

Hacia el N,  una placa recuerda  que la obra fue confiada a “Francisco Prato –Constructor-San Francisco”; pero nada dice del arquitecto.  En otros panteones  muy importantes del sector encontré el nombre de Prato asociado al de dos ingenieros: H.Cesar Lesthon y Mariano Pavesio. 

  Más arriba, en las  cuatro aristas del desarrollo de la construcción hay guirnaldas sujetas con la cinta de la fraternidad,  símbolo masónico. Debajo del frontón se advierte  el Crismón  o Lábaro,  conocido también según la Wikipedia como “monograma de Jesucristo” que  consiste en las letras “X” y “P” superpuestas. La fuente, aporta que “esta grafía tuvo un antecedente precristiano en el Egipto de los Ptolomeos”, dato interesante para tener en cuenta al momento de indagar acerca de numerosos  motivos egipcios en otros panteones del cementerio de San Francisco.  

 

LA PUERTA

La puerta de ingreso al panteón tiene   en cada hoja dos antorchas cruzadas  y  atadas;  según el sitio web que me recomienda el Arq. Kiendzinski  “se las identifica con el sol y con el fuego y constituyen para la masonería el símbolo de la purificación por iluminación”  ((http://misteriosdelaplata.blogspot.com.ar/2011/05/simbologia-masonica-en-el-cementerio-de.html).  A ambos lados,  las columnas tan características en la simbólica masónica, que están también en el bello altar del interior : “Desde los albores de la civilización, la entrada de los lugares sagrados y misteriosos está custodiado por dos columnas o pilares” (https://groups.google.com/forum/#!topic/el-sufismo-/7myM9j4TKUk).

 

 EL INTERIOR DEL “1-677”

La puerta cumplió fielmente su cometido al momento de  dificultarme y hacer casi traumático mi ingreso en el recinto, al que finalmente pude acceder. A pesar del deterioro avanzado que sufre el monumento funerario, materializado en  abundante mampostería caída, que incluso dificulta el desplazamiento, la estética conmueve . Al fondo de la sala  está el hermoso altar de mármol blanco flanqueado por columnas dóricas unidas por un arco de ramas de laurel  y más arriba, dominando la perspectiva, el delta luminoso   (http://www.diariomasonico.com/cultura/simbologia/el-delta-masonico)   En el muro, la piedra  ha sido primorosamente tallada con querubines,    una invocación  “DESCANSEN LOS ÁNGELES SUS VUELOS /SOBRE ESTA TUMBA CON MÍSTICO CONSUELO/ DONDE REINA LA TRANQUILIDAD Y LA CALMA/ SALVE  ¡O! SEÑOR A TODAS ESTAS ALMAS “   y una figura en la que veo una lámpara  encendida, con alas  y rodeada por ramas de palma y de laurel. Se trataría, dice  mi amigo W.K. de “LaRosa y la Cruz , integradas; es muy estilizada” Miro una y otra vez con detenimiento : las llamas, efectivamente , conforman la corola de una rosa y el cuerpo de la lámpara, con sus alas, la cruz. Extraño, enigmático…¿Mensaje  fúnebre de rosacruces?  La interpretación final, queda en suspenso…

 

ALFREDO y JOSEFA, JUNTOS

 Al pie del altar   está  el catafalco de mármol que contiene los restos de Alfredo Barotto, muerto el 2 de junio de 1923 y de su esposa  Josefa Appendino de Barotto, que falleció el 3 de enero de 1928, cuando tenía 73 años.  Descansan juntos  su sueño de eternidad.  La muerte tampoco podrá separarlos.

 Los de Barotto y su esposa, son los únicos restos que actualmente contiene el panteón. A ambos lados del recinto, desde el suelo hasta el comienzo de la alta cúpula, y por sobre la puerta, existen  veintidós cajoneras cerradas por cristales delicadamente pintados. En cada uno, con una sola excepción en la hay una señal de líneas cruzadas indicando  “algo”,    fue estampado el Crismón. En algún momento, la tumba fue ocupada por doce cadáveres. La mayoría debieron ser retirados, reducidos y reubicados.    El  lamentable estado de la construcción y  las  imparables  filtraciones al interior con cada lluvia,  pudrieron la madera de las cajoneras y  de los ataúdes.  Sólo quedan Alfredo y Josefa.

                                                               

  DESTINO INCIERTO

  A San Francisco no le preocupa la conservación de su patrimonio histórico y cultural. Por estos días algunas pocas voces claman por el estado calamitoso en que se encuentra el “Palacio”  Tampieri, sede oficial de la municipalidad.  En el Sector “1” del cementerio  la tumba masónica de CECIL ELSDALE NEWTON –Maestro, pedagogo, científico reconocido  en todo el país,  fundador de escuelas;   promotor del arte, la educación  y  el deporte; autor del fantástico proyecto arquitectónico de nuestra Escuela Normal-    espera desde hace décadas  en estado de doloroso abandono,  que  la que sin rubores se autoproclama “Ciudad Educadora”, cumpla con su obligación de  brindarle la atención que merece como “Monumento histórico”, distinción que fue otorgada hacemucho tiempo  (https://www.facebook.com/notes/tere-capdevielle/una-joya-arquitect%C3%B3nica/250618791723915/ ).  Será posible , me pregunto,  encontrar algún espíritu sensible que dirija su mirada  al Panteón  “1-677”  y  gestione  la reparación que reclama con urgencia impostergable? Si ello no ocurre, el fin de la tumba se avisora como muy probable…

 

Mi Homenaje

 El Panteón de Alfredo Barotto  fue erigido como un proyecto póstumo para una familia que puso cimientos a la historia de San Francisco.  Quiero expresar mi homenaje a esos primeros colonizadores;  a los anónimos obreros y artesanos que  ejecutaron la obra;  a los artistas  que me dieron  la posibilidad de recibir - con emoción que me llevo para siempre-   sus mensajes  ahí contenidos.  Tengo para mí, después de mi visita al “1-677”,  la   compensación espiritual de saber que hubo un tiempo hermoso en el que MI ciudad fue iluminada por gente que supo proyectarse a un futuro que nosotros, sus protagonistas, debemos honrar.

El agradecimiento especial a  Betty y José,  empleados de la Sección “Cementerio” del Departamento de Hacienda y Finanzas de la Municipalidad de San Francisco; a  Ely y Oscar, diligentes responsables de la Administración del Cementerio; a María Eugenia y Marta Santoni; al Dr. Juan Gennaro;  a Nélida y Elba Barotto y al Arq. Witold Kiendzinski,  que iluminó mi tarea periodística.

                                                               

                                                                       

 

 

 

 

 

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