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Siguiendo a Hernán Santiago Vizzari… Bello Símbolo Erótico en Antiguo Sepulcro

Siguiendo a Hernán Santiago Vizzari… Bello Símbolo Erótico en Antiguo  Sepulcro

 IDEA  y PRODUCCIÓN: Tere Capdevielle  - Es una tumba de estética austera, construida en símil granito y orientada  hacia el norte, que pasaría desapercibida entre las moles que la rodean si no fuera por el  detalle ornamental que remata la fachada y admira por  su  exquisito diseño. Se trata del mausoleo  1-560  ubicado  muy próximo a la entrada,  en el recodo que forman la avenida paralela  a ésta y la callecita que lleva  a  la tumba de Cecil Elsdale Newton.  A un lado, la estampa  imponente del panteón de la Familia Cottani destaca con símbolos masónicos que remiten a un tiempo lejano en el que artistas de la construcción dejaron su impronta en nuestro cementerio.

 

Una gran orquídea como “ornamento cripto-erótico”

El frente del sepulcro expresa el sincretismo religioso y estético que también se advierte en la mayoría de los grandes panteones de la entrada.   Símbolos cristianos y masónicos han sido integrados en exquisita amalgama, fruto en este caso    de la inspiración del   artista   Hugo Fasciani, autor también de la tumba masónica que a pocos metros guarda los restos del Maestro Newton.  Se pueden apreciar en la INMENSA  ANTORCHA que atraviesa la fachada , cuyo cuerpo trapezoidal  contiene un ÁNGEL y una CRUZ ; en  la base , a la que se accede  mediante  TRES PELDAÑOS   y proclama para la eternidad un mensaje de amor  “PRIMO:  TE HARÉ VIVIR EN EL CORAZÓN DE TUS HIJOS  COMO VIVES EN EL MÍO  .   GENO”.  Enmarcan el campo, como si fuesen delgadas COLUMNAS, DOS ANTORCHAS con la LUMBRE HACIA ABAJO,  tradicional símbolo masónico  que  “al estar inadvertidas y encendidas tienen como misión iluminar la verdadera vida que viene después de la muerte” (http://misteriosdelaplata.blogspot.com.ar/2011/05/simbologia-masonica-en-el-cementerio-de.html)...

 La coronación del monumento funerario  impacta por su belleza .  Por más de ocho décadas, los vientos  del norte han esmerilado  la figura de la inmensa ORQUÍDEA que  a modo de llamarada completa la figura de la tea. Esa enorme flor pétrea me conmueve. Quiero saber cuál es su significado en el contexto de la obra que preside. 

Como siempre, el Arq. Witold Kiendzinski  aporta sus conocimientos y me permite avanzar en la búsqueda de respuestas y  especialmente de nuevos interrogantes. El prestigioso profesional, que reside en Colonia  -Alemania-  expresa en relación con la imagen que le hice llegar:    “…es un ornamento criptoerótico, a base de orquídeas estilizadas… Criptoporno,  no necesariamente concientizado;  a veces el motivo era interpretado como un símbolo universal del amor…”

  Hugo Fasciani dejó ahí para los tiempos un enigma; un símbolo encriptado que podrá ser develado según la sensibilidad del observador;  aprehendido conforme  a la sintonía que cada quien que se detenga frente  a esa belleza eterna, pueda establecer   con las convicciones  y creencias del artista masón que dispuso entronizarla en esa tumba. Más allá  del tiempo y de la muerte …Una suerte de “licencia poética” del escultor   -diría Kiendzinski-   que  eligió expresarse en ese sepulcro. La ORQUÍDEA   de  piedra que interpela al observador.  En las cercanías del sepulcro, otros panteones con  símbolos masónicos exhiben también, entre éstos, bellas orquídeas estilizadas…  De algún modo, infiero, se podría decir que el arte ha establecido desde siempre una relación de semejanza entre la morfología de esta bellísima flor y la anatomía genital femenina.  El erotismo   y  el amor  armonizan en el viejo sepulcro con un lenguaje universal, pleno de belleza, superador de la inmutable rigidez  de la piedra  en que fue concebido…

  Hace algunos años, cuando la entrevisté con motivo del Centenario de nuestra Escuela Normal, la hija del artista Hugo Fasciani me contó que siendo ella muy niña  veía a su padre  -constructor de tumbas, escultor-  trabajar hasta la madrugada en el tallado de piedras  para transformarlas en bellas piezas que luego colocaría en monumentos funerarios…  Imagino la escena en algún lugar de la casa del artista  que, reciclada, se conserva en la esquina de bulevar Sáenz Peña y Córdoba, detrás de la Escuela Normal. La historia oral dice que Fasciani fue masón; no lo pude confirmar porque    la negativa contundente que siguió a mi pregunta, tuvo enérgica continuidad con una larga enumeración de los actuales vínculos  de credo y amistad de la familia con destacados miembros del clero cordobés…  No me hizo falta preguntar más… Sus obras están en nuestro cementerio. Y hablan.  Sólo hace falta pararse frente a ellas y  abrirse al mensaje…

  ¿Quién fue  “GENO”?

“PRIMO: TE HARÉ VIVIR EN EL CORAZÓN DE TUS HIJOS  COMO VIVES EN EL MÍO  .   GENO”  La promesa  de amor eterno es movilizadora. ¡Cómo no querer saber quién fue “Geno”! Los laterales  del mausoleo están ornamentados con una gran Cruz;  el E, junto a un macetero adosado a la pared hay una pequeña placa  en la que se lee “Hugo Fasciani-Constructor”; más arriba la leyenda destacada en una lámina  me orienta: “Genoveva G. de Fossati – A la Gran Educadora,  Myrian G. de Pomba”.   La dedicatoria de la señora Myrian Galarza de Pomba, a quien recuerdo como maestra y luego regente del departamento de aplicación de la Escuela Normal, es motivo de una entrevista.  “La  docente Genoveva Gallipolli de Fossati y su marido Primo Fossati, se radicaron en San Francisco cuando ella fue designada directora de la entonces Escuela Lainez Nacional N° 109, hoy Gral. Roca”, me cuenta. Por aquel entonces, el establecimiento funcionaba en una vieja casona que estaba ubicada sobre el bulevar 9 de Julio, frente al palacio Tampieri, en el predio que hoy ocupa la playa de estacionamiento de un supermercado.  La diligente gestión de la señora de Fossati logró en poco tiempo el nombramiento de dos jóvenes maestros, ambos escribanos, que se sumaron al reducido plantel docente: Danilo Gariotti (su casa y escribanía estuvieron  por décadas en la segunda cuadra de calle Mitre, numeración par, a metros de Iturraspe) y Héctor Oscar Lescano  (la casa familiar  estaba en la calle Salta al 2200). El primero habría de desempeñarse  muchos años después como docente de enseñanza media;  Lescano integró por la mayoría el concejo deliberante de la ciudad, durante la intendencia de Mariano Juan Planells.

 La excelente producción digital del Archivo Gráfico  “El Diario de la Historia”, me permitió encontrar al procurador  Primo Fossati       integrando como secretario el comité departamental de la UCR, según lo narra el matutino local  en su edición del 15 de enero de 1920.

 

Una Maestra que dejó Huellas

Myrian Galarza de Pomba se emociona cuando habla de Genoveva. “-Fue mi maestra  en la Escuela Nacional 109, en el desaparecido edificio de bulevar 9 de Julio; sus clases  eran apasionantes y toda ella  trasuntaba  amor por los niños. Teníamos los recreos  en un pequeño jardín protegido con rejas y allí también estaba ella para cuidarnos, dice… Fue el ejemplo que me llevó a seguir la carrera  del magisterio”.

                                                     

En 1967 Genoveva de Fossati visitó “su” Escuela.

 Tras su jubilación, Genoveva se fue a vivir a Córdoba con sus hijas. Volvió cada año para el día de los muertos  y se alojó siempre  en la casa de su amiga Myrian. Así lo hizo en noviembre  de 1969, por última vez. Falleció  en la capital provincial el 2 de enero de 1970.  Tenía 78 años. Para dar cumplimiento a sus  deseos sus restos fueron traídos al panteón familiar. Allí descansa junto a su amado Primo (Pedro Primo Aramis Fossati, 1° de agosto de 1887- 27 de septiembre de 1935),  al hijito de ambos   (Pedro Aramis Fossati, 29 de julio de 1920- 21 de febrero de 1927) y a su madre María Cisponte de Gallipolli, de quien no hay en el archivo municipal mayores datos. Por décadas, en ese mismo mausoleo estuvieron los restos de Diego Ugarte  -probablemente por vínculos de amistad entre las familias- , cuya trágica muerte cuando tenía 21 años, conmovió a la ciudad el 23 de diciembre de 1938. En 2004, se lo trasladó al panteón de la Sociedad Española.

 

Tumba “en emergencia”

   La desoladora certeza de que  a nadie en el gobierno municipal le preocupa  preservar el patrimonio histórico del cementerio, me lleva una y otra vez a preguntar por la situación de cada sepulcro que motiva mi interés.  Por el mausoleo  1-560,   LA TUMBA DE LA ORQUÍDEA, hace décadas  que nadie paga los impuestos. La última contribuyente fue la señora Delia de Illusi,  una anciana que me confió  su pesar por esa situación: el monto de las obligaciones fiscales excede con largueza sus posibilidades económicas. Cuando pregunto en la Municipalidad  si el mausoleo será demolido  o vendido  -como ya  ha ocurrido con muchas tumbas,-  me responden con un lacónico:  -NO, POR AHORA …

Agradecimientos:

*Arq. Witold Kiendzinski, Colonia, Alemania  (…como siempre)

* Myrian Galarza de Pomba  (¡Señora Maestra!)

*Arturo Bienedell, amigo imprescindible.

*Archivo Gráfico Y Museo (la foto de la Sra. Genoveva G. de Fossati le pertenece)

*Hernán Santiago Vizzari  (por indicar el camino)

*Elizabeth y Omar, diligentes empleados de la Administración del Cementerio

*Beatriz Bertorello, gentil colaboradora en todas mis investigaciones.

*Isabel Ortiz (entusiasta colaboradora)

 

 

 

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