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Quién investiga a quién?

Quién investiga a quién?

La División de investigaciones de la Policía local nuevamente es ocupada por una persona no oriunda ni residente en la ciudad. Esta situación no estaría siendo bien vista por diferentes ámbitos de la Justicia mientras los vecinos de San Francisco siguen reclamando mayor seguridad.

 

Desde hace unos meses el Comisario Leonardo Ybarra fue desplazado del cargo de jefe de la División Investigaciones y reemplazado por el comisario inspector Carlos Cabral, quien es oriundo de Arroyito, pero que desempeñaba funciones en la ciudad de Las Varillas antes de ser ascendido al cargo que ocupa actualmente en San Francisco.

Desde las oficinas cordobesas decidieron apostar nuevamente a que un uniformado foráneo ocupe esta área tan sensible y al parecer por ahora con resultados desfavorables. 

Anteriormente el designado había sido Ybarra que llegó desde Córdoba con antecedentes de estar involucrado en una causa judicial y en su corta estadía en la ciudad nunca logró reactivar la División de Investigaciones.

Ahora es el turno de Carlos Cabral, cuya designación no cayó bien entre sus pares, y tampoco en los Tribunales locales, situación que se puede palpar en los distintos procedimientos, donde algunas de las fiscalías estarían utilizando a personal policial de Córdoba para llevar adelante algunas de las investigaciones en curso. 

Desde la Justicia creen que el poco conocimiento del territorio del nuevo jefe, sumado a las ya conocidas diferencias internas que existen en la Policía, y la falta de recursos como de personal en esta área, hacen que toda investigación que se inicia se torne complicada y que en muchos casos deban recurrir a personal policial de otros puntos de la provincia para intentar llegar al objetivo.

Esta situación preocupa desde hace un tiempo y por ahora parece no haber solución, a pesar de que algunos de los fiscales habría hecho llegar sus quejas a “Córdoba”. 

La llegada de Cabral tampoco habría caído bien entre sus colegas que conforman la división, quienes entienden que dicho lugar debería ser ocupado por alguien de la ciudad que tenga conocimientos sobre el terreno en el cual deben actuar. 

Otro hecho importante que vale la pena destacar es que en los últimos meses fueron muy pocos los procedimientos realizados con resultados positivos por esta División, que al decir por los propios integrantes de la fuerza  luce prácticamente desmantelada y que gran parte de los hechos esclarecidos se dan en flagrancia, o sea que la detención se da cuando el delincuente está cometiendo el delito, tratándose generalmente de hechos menores. 

El hecho de que la persona a cargo de tan importante División resida fuera de la ciudad resulta un factor que no colabora con la celeridad tan necesaria a la hora de hablar y actuar en seguridad, y tampoco favorece el flujo comunicacional cotidiano indispensable para un desarrollo digno de la tarea.

Cada vez son más los vecinos de nuestra ciudad que hacen sentir por diferentes vías, ya sean redes sociales o medios de comunicación, sus reclamos de mayores cuidados provenientes de dicha fuerza pública y de garantías en seguridad.

En los últimos años la  situación de la Policía en San Francisco no ha sido la mejor y así lo dejan ver los frecuentes cambios y la detención e imputación de algunos de sus integrantes.  Ya sucedió en la División de Lucha contra el Narcotráfico, donde dos de sus miembros se encuentran imputados por recibir una supuesta coima de un narco, situación por la cual fueron separados de esta área y recién en los últimos días, después de varios meses sin actuación o procedimientos relacionados al narcotráfico, se volvió a conformar esta división con la ahora Nueva Fuerza Policial Antinarcotráfico, la cual tampoco habría debutado con demasiado éxito y existiría ya una denuncia en su contra. 

Lejos de ser un problema local, la policía de Córdoba desde hace años viene envuelta en una crisis sin precedentes que ya dejó varios hechos nefastos para nuestra provincia.

El nuevo gobierno provincial tendrá el desafío de normalizar esta situación para devolverle a Córdoba una fuerza del orden moderna, ordenada-valga la redundancia- adecuada a las demandas actuales y lejos de las sospechas que hoy la sobrevuelan. 

 

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