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Ordenan que se reabra causa por supuesta estafa a herederos de campo

Ordenan que se reabra causa por supuesta estafa a herederos de campo

Así lo determinó la Cámara de Apelaciones del Bell Ville y ahora la justicia de San Francisco deberá seguir investigando los hechos denunciados por una parte de los herederos, que involucra a un reconocido estudio jurídico de la ciudad. 

En las últimas horas la Cámara del Crimen de Bell Ville, que funciona como Cámara de Apelaciones del juzgado de Control de San Francisco, dictaminó que se siga investigando una denuncia por supuesta estafa a herederos de un campo.

Según el dictamen, votado por unanimidad por los tres jueces de Bell Ville, manifiesta que “en esta oportunidad, la decisión de continuar con la investigación y privilegiar la búsqueda de la verdad real (siendo que hay vías investigativas por explorar, según la minuciosa descripción que hace la recurrente) lo es en relación con la causa en su totalidad. Se advierten cuestiones de prueba documental de muy específico estudio, que deben ser abordadas en forma completa y global, a la luz de los hechos y procurando que sean constatados con la prueba testimonial aportada a los fines que se logre explicitar con mayor precisión de la que la querellante Caccia dice haber sido víctima”. Mediante esta decisión, la Cámara de Bell Ville ordena que se continúe investigando el caso, el cual había sido pasado a archivo por la justicia  local a fines del año pasado.

La denuncia había sido realizada en abril del año 2014 por una de las herederas de Clelia Caccia (fallecida), quién era propietaria de 400 hectáreas de campo, distintas propiedades en la ciudad y región y titular de cuentas bancarias.

Una de las bases de la presentación judicial manifiesta que existía un primer testamento  que no permitía la venta del campo por un plazo de 20 años luego de su muerte, destinando la renta del mismo a estudios de distintos sobrinos, entre otros menesteres. Posteriormente, estando la mujer ya muy enferma, habría bajado dicho plazo a diez años. En dicho instrumento se manifiesta que participaron como testigos de actuación tres personas, de los cuales dos de ellos manifestaron que nunca estuvieron presente y un tercero que es un abogado, empleado del mismo estudio acusado. Incluso la denunciante sostiene que la firma de su tía es falsa.

En otro tramo de la denuncia penal, también acusan al escribano y abogado, hermanos ellos, de haber actuado de mala fe y en desmedro de los que había testado la fallecida. Entienden que dilataron y entorpecieron todos los actos legales con el fin de generar onerosos honorarios para quedarse con gran parte de la herencia.

Por último, manifiesta que la causante sufrió un estado de abandono y llega a su muerte totalmente vaciada sin poseer dinero en efectivo en cuentas corrientes, plazos fijos y/o depósitos bancarios, algo inusual, teniendo en cuenta que la mujer tenía un condición económica bastante holgada y había destinado a algunos de los herederos el dinero que poseía en sus cuentas.

Finalmente, la justicia deberá seguir investigando esta grave denuncia, que en este caso involucra a dos hermanos, uno de ellos escribano y el restante abogado, los cuales son muy conocidos en la ciudad.

En juego hay más de 10 millones de pesos y todos pretenden una tajada de esta jugosa herencia. Lo lamentable es que la metodología se repite sistemáticamente y nuevamente aparecen abogados y escribanos en operaciones pocos claras, aprovechándose de situaciones de este tipo y de las encrucijadas legales para obtener suntuosas ganancias. La justicia tendrá la última palabra y dirá que responsabilidad tuvo cada actor. Pero como siempre, quedarán muchas dudas sobre lo que realmente aconteció con esta millonaria herencia…

 

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